PROPUESTAS DE BUENAS PRÁCTICAS
PARA SUPERAR LA DISCRIMINACIÓN
DE LAS MUJERES EN LAS IGLESIAS LOCALES
1-DE DONDE NACEN ESTAS PROPUESTAS
Estas propuestas nacen de nuestra experiencia de sentirnos Iglesia y de nuestro trabajo comprometido con ella al servicio de la utopía del Reino. Nos mueve a hacerlo la pasión por Jesús y su Evangelio y su opción por los más empobrecidos y empobrecidas, desde la comunidad de iguales, como camino de plenitud para todos y todas.
Por eso estas propuestas las hacemos en memoria suya y en la de las mujeres que aparecen en el Evangelio: María Magdalena, María de Nazaret, Juana de Cusa, Susana, María de Cleofás, Marta ( Lc 8,1-3), y tantas otras que con Jesús inauguraron la Iglesia como comunidad de iguales.
“Ya no hay más judío ni griego, ni siervo, ni libre, ni varón, ni mujer, ya que todas las personas somos una con Cristo Jesús, herederas conforme a la promesa”. (Gal 3,27-20)
Nos moviliza también la llamada del papa Francisco a ser Iglesia en salida y liberada del clericalismo:
“Los laicos son protagonistas de la Iglesia. Hoy es necesario ampliar los espacios y la presencia relevante femenina en la Iglesia (…) porque las mujeres suelen ser dejadas de lado. Hemos de promover la integración de las mujeres donde se toman las decisiones importantes”. (Oración10/10/2020).
Creemos que el contexto de invitación a la sinodalidad que estamos viviendo es una oportunidad para poner en marcha las propuestas que presentamos en este documento
2-OBJETIVO
El objetivo de estas buenas prácticas y propuestas es favorecer la visibilización de las mujeres en todos los ámbitos de las iglesias diocesanas, así como la participación de las mujeres (laicas y religiosas) en la toma de decisiones que afectan a la vida eclesial en las diócesis, de cara a desarrollar la sinodalidad y desterrar el clericalismo, para lograr una Iglesia menos jerárquica y más circular, verdadera comunidad de iguales, al servicio de las
personas empobrecidas y excluidas.
Desde la Revuelta de mujeres en la Iglesia y Alcem la Veu no solo planteamos estas propuestas, sino que nos comprometemos a participar en su publicación y promoción.
3-ALGUNAS PROPUESTAS Y CAMINOS DE AVANCE QUE CREEMOS QUE ES IMPORTANTE PONER EN MARCHA
1-Incorporar mujeres en todas las comisiones y reuniones de vicarías y arciprestazgos de todas las diócesis. Tener en cuenta su preparación y servicio a la Iglesia a la hora de llevar a cabo los nombramientos de las personas responsables de las delegaciones, de modo que no sean mayoritariamente sacerdotes, sino que se incorporen a estas tareas eclesiales mujeres capacitadas para ello, siguiendo la línea iniciada por el papa Francisco, con el objetivo de llegar a la paridad.
2-Impulsar la participación paritaria de las mujeres en los consejos de pastoral y económicos de las parroquias, así como poner los medios para que esos consejos funcionen realmente y se tengan en cuenta las opiniones y decisiones de sus miembros.
Para ello sería necesario revisar y actualizar los estatutos de aplicación diocesana que regulan la participación, sus competencias y funcionamiento.
Entendemos que los consejos de pastoral han de dejar de ser meramente consultivos, es preciso entenderlos como órganos de expresión y realización de la corresponsabilidad, que puedan tener capacidad decisoria dentro de sus competencias y puedan ser la instancia habitual para la deliberación y la aprobación de planes y normativa pastoral diocesana y parroquial.
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3- Fomentar una eclesiología de comunión en la que todo el pueblo de Dios participe y las mujeres puedan participar activamente en los distintos momentos de la vida sacramental y litúrgica. Especialmente consideramos necesaria la presencia de las mujeres en el altar y su participación en las lectura de la Palabra, homilía, peticiones, ofertorio, reparto de la comunión, acción de gracias, despedida…como ya se viene haciendo en algunas parroquias.
4- Aumentar la representación femenina en las conferencias, charlas, encuentros de oración, retiros y ejercicios espirituales, que se imparten y ofrecen en las parroquias.
5- Fomentar el uso del lenguaje inclusivo y la simbología femenina en la liturgia, en las acciones pastorales y en los documentos eclesiales y materiales catequéticos.
Revisión de algunos textos litúrgicos que no están adaptados a la situación actual de las mujeres en la sociedad (por ejemplo, las bendiciones diferenciadas a los nuevos esposos, algunas plegarias que inciden en que la mujer debe ser callada, obediente, discreta… o que no incorporan la corresponsabilidad del hombre en la familia y el hogar…) contando para ello con mujeres expertas.
6- Consideramos que una formación crítica y liberadora en la que todo el pueblo de Dios sea parte del proceso formativo es un elemento clave para la revitalización de las diócesis. Por ello es necesaria la incorporación y la promoción de la teología feminista en los espacios formativos ofrecidos a nivel diocesano: escuelas de agentes de pastoral, seminarios, etc. Del mismo modo es fundamental incrementar la presencia femenina en la docencia y en el acompañamiento espiritual en los seminarios y facultades
de teología.
7- Creación de una comisión de equidad de género1 para:
• Revisar y elaborar materiales catequéticos y pastorales que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres y den a conocer las aportaciones de las mujeres bíblicas y las grandes mujeres testigos en la historia de la Iglesia.
• Elaborar materiales para difundir en las parroquias y otros espacios
eclesiales para la celebración y la sensibilización en torno a fechas
significativas como el 25 de noviembre: día de la erradicación de la violencia de género, 8 de marzo: día de internacional de las mujeres y día de la mujer trabajadora, 22 de julio: celebración de la fiesta de María Magdalena, apóstol de los apóstoles, así como jornadas celebrativas y acciones de sensibilización que promuevan la equidad de género dentro y fuera de la Iglesia.
• Proponer formación para transversalizar la perspectiva o el enfoque de género2 en los distintos ámbitos eclesiales: celebraciones litúrgicas, espacios de formación, distintas pastorales etc. con el objetivo de lograr la equidad de género y así una Iglesia más justa.
1 Equidad de género: justicia en el tratamiento de hombres y mujeres según sus respectivas necesidades. Implica el tratamiento diferencial para corregir desigualdades a través de medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad en términos de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades. Se refieres a la distribución justa entre varones y mujeres de las oportunidades, recursos y beneficios, para alcanzar su pleno desarrollo y la vigencia de sus derechos humanos. Supone el reconocimiento de las diferencias, y la garantía de la igualdad en el reconocimiento de los derechos.
2 Perspectiva de género: Es una categoría analítica que muestra cómo los procesos sociales y culturales convierten la diferencia sexual en inequidad de género. El resultado es desigualdad e injusticia social. Se le denomina también «enfoque de género», «visión de género» y «análisis de género»
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8- Generar un clima de acogida y acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia sexual y de género3. Realizar formaciones adecuadas para la detección y manejo de la misma en los ámbitos eclesiales.
9- Favorecer la cultura del cuidado y buen trato, y las relaciones horizontales en parroquias, colegios, entidades de voluntariado y en todos los ámbitos pastorales para la prevención de abusos de conciencia, de poder y sexuales dentro de la Iglesia.
Implementar protocolos y comités de protección del menor y personas vulnerables. La participación de las mujeres en estos comités es fundamental para un abordaje equilibrado de un tema tan sensible.
10- Acoger, acompañar e integrar la diversidad de identidades y orientaciones sexuales y de familias en el seno de la Iglesia sin discriminación. Crear e impulsar en todas las diócesis la Pastoral de la diversidad sexual y de género.
11- Revisar y ajustar a derecho las condiciones laborales de las mujeres que trabajan para la Iglesia de manera que sus derechos laborales sean reconocidos según la legislación vigente. Diferenciar las participaciones que se realizan de forma voluntaria para no encubrir una explotación que traspasa una dedicación ajustada a derecho.
12- Contar con las mujeres también para representar a la Iglesia diocesana en los encuentros y diálogos que la Iglesia establece con otras confesiones religiosas y con distintos movimientos, instituciones e interlocutores de la sociedad civil.
13- Establecer un cauce de diálogo permanente para conocer, dar seguimiento y evaluar la ejecución de estas y otras propuestas que se pudieran presentar, y para seguir avanzando en la participación de las mujeres en las iglesias diocesanas.
Enero 2023
3 Violencia de género: Se trata de una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo.
Constituye un atentado contra la integridad, dignidad y libertad de las mujeres, independientemente del ámbito en el que se produzca.